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Hacia otras economías, critica al paradigma dominante Hacia otras economías, critica al paradigma dominante

 

Introducción

 

Este libro agrupa y desarrolla aspectos que, como conjunto, constituyen un material crítico acerca del capitalismo neoliberal que fue ganando lugar en los últimos decenios. Variados aspectos nodales quedan contenidos dentro de ese marco y figuran entre los diversos artículos. Un punto de partida insistido es el de la importancia de la contextualización del liberalismo económico y la ubicación de sus raíces precisas, lo que ayuda a mostrarlo como una construcción histórica. Con esto se busca escapar a naturalizar el orden mercantil como un proceso que, divino o profano, constituye una racionalidad absoluta y un fin de la historia.

 

Ello está absolutamente conectado con otro aspecto transversal a esta publicación, que es la crítica a la idea de dejar que la economía sea la emanación de un orden espontáneo de naturaleza puramente mercantil como única o exclusiva vía para coordinar una sociedad. Dentro de ese propósito y de la reflexividad crítica sobre la actualidad, es el grado de difusión de lo mercantil en la sociedad, lo que varios artículos ponen en discusión y establecen la necesidad de límites y reversiones. Ello en relación con el trabajo, la naturaleza y en dimensiones variadas de las relaciones sociales y humanas que se hacen presa de esa mercantilización y, por lo cual, además, provocan incertidumbres e inestabilidades. Esto comprende una indagación ético-crítica sobre la importancia desproporcionada que tienen la ganancia y al capital como fines en sí mismos, en la orientación de la economía moderna. Varios artículos valorizarán la ética, como ejercicio humano que siempre puede poseer la dimensión del deber ser y de cuestionar las costumbres vigentes.

 

Es interesante la constatación de que en esa discusión crítica sobre un orden mercantil absoluto, hay tendencias y autores de la propia matriz liberal que han tenido roles importantes abriendo puertas a un liberalismo social y a una búsqueda más compleja para armonizar libertad con igualdad. Es esa constatación la que permite tomar conciencia de la inflexión histórica que acontece a fines del siglo XX, generándose posiciones “restauradoras” de un individualismo altamente concentrador a través de un (neo)liberalismo que busca extender la racionalidad del mercado en nombre de una libertad abstracta y desprendida de la igualdad. De allí, como sostienen varios trabajos, la necesidad de la recuperación de la razón, la política y la ética como bases para pensar y construir un orden social, y la validez de que desde allí se piensen aspectos como la justicia, la igualdad, la satisfacción de las necesidades o la responsabilidad social. Esto lleva a plantearse el arte de gobernar la economía como actividad humana y social, revalorizando la idea de oikonomía en cuanto a la organización de la producción y del reparto de bienes y servicios asegurando el bienestar de todos. Esto se relaciona con la necesidad de considerar a las instituciones “formales” e “informales” de la sociedad como determinantes en el funcionamiento de la economía y como construcciones históricas. Sin embargo, más de un artículo señalará que ello no es cuestión de expertos separados de la sociedad, sino que todo desarrollo debe transformar en sujetos a aquellos que supuestamente debiesen ser los meros beneficiarios de este.

 

Sin duda, dentro del debate que inaugurase un post-neoliberalismo se plantea el tema preciso de la retribución y la igualdad. Este es uno de los aspectos en que con mayor fuerza se impugna la idea de que no se debiese intervenir sobre las reglas espontáneas del mercado, y que no puede entenderse como populismo o como atavismo histórico buscar construir un sistema con dosis altas de equidad. Más aún sí, como se señala en varios artículos, la pobreza actual no es tan explicable por la carencia de medios como por el exceso de desigualdad y concentración de la riqueza. Esto se hace más importante como forma de leer el problema de la pobreza aín existente si consideramos otro componente que cruza varios artículos, cual es la cuestión de las orientaciones acumuladoras de la economía vigente, en virtud de la cual se condiciona fuertemente la estructura de la vida, usando incluso el mundo de los lenguajes y los afectos, y poniendo en cuestión la reproducción de la naturaleza. Eso, de acuerdo a algunos textos, actúa como contracara de un impulso consumista que obliga a penetrar más en el carácter social que acompaña la modernidad. El propio keynesianismo fortaleció una ética consumista como forma de mantener viva la dinámica sistémica.

 

Esa enorme capacidad de producción que se va acumulando, a la vez y paradojalmente, es la base de fuertes crisis y oscilaciones, al no encontrar la demanda suficiente y mantener una gran cantidad de recursos sociales invertidos en técnicas para aumentar ese consumo y alimentar una determinada cultura del tener. Para varios autores, estas orientaciones tienden a hacerse más fuertes por el papel protagónico y expandido de las grandes empresas trasnacionales en la construcción de la economía global, y en que el capitalismo se muestra como un sistema que crece sin límites ecológicos, culturales ni geográficos. Pero si bien se analiza críticamente un orden económico y social sustentado en bases como las anteriores, varios artículos, junto con combatir la idea que el comportamiento egoísta y acumulador lleve a resultados favorables sobre el bienestar general -por la mayor producción de riqueza que produciría- van a señalar que la economía actual no es caracterizable por esas solas motivaciones. En particular se hace referencia a múltiples prácticas económicas populares, comunitarias, domésticas, de reciprocidad o alternativas que, sumadas a la economía pública, constituyen una porción importante del sistema económico. Algunas de dichas motivaciones y prácticas no pueden ser entendidas sólo como propias o resabios de sociedades tradicionales.

 

En particular la economía popular, una parte de la cual esta fundada en relaciones solidarias, aparece orientada por la satisfacción de las necesidades básicas basada en el trabajo de sus miembros y en que se generan redes y capital social. Se trataría de realidades que pueden ser fortalecidas, aumentando el peso de sectores subalternos tanto en lo económico como en lo político. Esas otras lógicas y agentes económicos, en algunos artículos, son comprendidos como la base del planteamiento de una economía plural, en la cual la lógica de acumulación de capitales sea una lógica entre otras; operante, pero no dominante. Ello sería consistente, por ejemplo, con la realidad de América Latina, donde es observable esa pluralidad de formas de economía aunque se necesiten políticas para fortalecer aquellas de carácter más social.

 

Varios trabajos asociarán la idea de una nueva economía con la revisión crítica de la ciencia económica. Esta no debe considerarse una suerte de física social ni una mirada reducida a los datos cuantitativos. Debe comprender la importancia de las instituciones en la explicación de los hechos económicos y que estos contienen, en su interior, dimensiones de la cultura, la política y la ética, evitando tanto una visión “subsocializada” como ahistórica de lo económico. Esto abre al análisis socioeconómico un importante campo que ha quedado fuera del análisis convencional de la economía. Los hechos económicos están inscritos en temporalidades de distinta duración que ayudan a explicarlos, a entregarles significado y a definir períodos con ciertas características.

 

Índice

Algunas perspectivas históricas sobre el neoliberalismo
  • Andrés Monares: Una breve historia del libre mercado
  • Pablo Salvat Bologna: Del neoliberalismo y algunas señas de identidad
  • Armando Di Filippo: Ética y economía en el capitalismo globalDiscusiones con Friedrich Von Hayek
  • Howard Richards: Una alternativa ética a la filosofía de Friedrich Von Hayek
  • Jorge Vergara Estévez: La ética de Friedrich Von Hayek
Algunas perspectivias teóricas nuevas
  • Raúl González Meyer: De la economía a la socio economía
  • Oscar Useche: Reestructuración “bio-económica” del capitalismo y su impacto en la reconfiguración del estado y la ciudadanía
  • Pierre Calame: Las diferentes categorías de bienes y servicios y los regímenes de Gobernanza para cada una de ellas
  • María de la Luz Trautmann: La escasez como resultado de la búsqueda de la abundancia
Visiones alternativas y América Latina
  • José Luis Coraggio: Los usos de Polanyi en la lucha por otra economía en América Latina
  • Humberto Ortiz Roca: Hacia un enfoque de desarrollo humano, integral, solidario, con basamento en una nueva economía
  • Nicolás Gómez Núñez: Observaciones sobre lo económico en el medio social urbano pobre.
Visiones críticas desde la teología
  • Iván Canales: Economía y teología desde una perspectiva crítica
  • Jorge Mendoza: La reconstrucción ética de la economía
  • César Carbullanca: Reflexiones acerca de los marginados del sistema productivo y social

 

 

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