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Hacia el Día Después del Desarrollo: descolonizar la comunicación y la educación para construir comunidades felices con modos de vida sostenibles Hacia el Día Después del Desarrollo: descolonizar la comunicación y la educación para construir comunidades felices con modos de vida sostenibles
Detalles de la propuesta
Contexto

 

En el mundo moderno, casi todo es ordenado para el “desarrollo”. Recursos y servicios variados son movilizados o creados para servir al “desarrollo”; a lo largo y ancho del planeta, comunidades y sociedades son reordenadas para adaptarse al “desarrollo”; la gestión de los emprendimientos humanos asume el “desarrollo” como meta; en fin, todo es dirigido al “desarrollo”: instituciones, conocimiento, aprendizaje, innovación, comunicación, educación, ayuda (cooperación), becas, postgrados, publicaciones, estudios, objetivos. Incluso, históricamente, América Latina ha sido manipulada como un experimento de “desarrollo”. En este orden—desarrollista —de cosas, “ser desarrollado” no es un objetivo técnico sino el destino común de la humanidad. En el discurso hegemónico, más que un “derecho”, el “desarrollo” es una “obligación” no-negociable.

 

La humanidad se encuentra en una encrucijada. Una promesa hecha hace más de cinco siglos, en nombre del “progreso”, y “reciclada” hace más de seis décadas, en nombre del “desarrollo”, no se ha cumplido. Los “primitivos” del colonialismo imperial no se transformaron en “civilizados”, ni los “subdesarrollados” del imperialismo sin colonias han recibido el diploma de “desarrollados”. La promesa hecha en nombre de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODMs) tampoco será cumplida. Históricamente, ese tipo de promesa no es hecho para ser cumplido, sino para crear la (falsa) esperanza de que un día los “inferiores” alcanzarán el estado de perfección—civilización, desarrollo—del “poderoso generoso”, con su “ayuda” (cooperación) indispensable. Esa “ilusión histórica” permitió al más fuerte transformar la mentira en filosofía de negociación pública. Sin embargo, como principio rector de la experiencia humana, desde 1492, “el desarrollo” ha perdido vigencia, y, como meta universal de la humanidad, se encuentra en crisis irreversible.

 

Como lo demuestra el Diccionario del Desarrollo (Sachs 1996), con la fugacidad de un fuego fatuo volátil, la idea de “desarrollo se extingue en el imaginario de los pueblos subalternos, sin un horizonte claro a seguir ni un puerto seguro a dónde llegar. Es el Dios que muchos creen que existe pero que no pueden verlo ni tocarlo, apenas imaginarlo y adorarlo. No se trata de una luz de esperanza alcanzable al final del túnel—a través del mercado—como quiere hacernos creer el discurso de la auto-denominada “comunidad internacional”. Es un faro ideológico-epistémico-político, móvil, cuya luz sin brillo se aleja cada vez más en la oscuridad del ambiguo paisaje institucional creado por el vencedor de la Segunda Guerra Mundial y sus aliados, para establecer su hegemonía y asegurarles los principales beneficios de la expansión y acumulación capitalista. La “idea de progreso” en el pasado y la “idea de desarrollo” en el presente camuflan la dicotomía superior-inferior creada a partir de la (falsa) premisa:4 existen razas superiores y razas inferiores, ocultando la intención de dominación para la explotación de mercados cautivos, materia prima abundante, mano de obra barata, mentes dóciles y cuerpos disciplinados. Las violencias de diferentes tipos, las desigualdades de distintas naturalezas, la vulnerabilidad de todas las formas de vida, las injusticias en todas las esferas de la vida, son las consecuencias más visibles de la violación histórica de lo humano, lo social, lo cultural, lo ecológico y lo ético, en nombre del “progreso” en el pasado y en nombre del “desarrollo” en el presente. El “desarrollo” como meta y principio rector de la experiencia humana fue instituido a través de una visión de mundo5 cuyas premisas todavía inspiran decisiones y orientan acciones a lo largo y ancho del planeta.

 

La ciencia moderna y su paradigma 6 clásico de innovación concibieron e instituyeron una visión de mundo y un pensamiento que inspiraron y legitimaron el ‘discurso del progreso’ en el pasado y el ‘discurso del desarrollo’ en el presente. Dicha visión—eurocéntrica de la realidad—fue la fuente de coherencia7 que inspiró y orientó la concepción de paradigmas específicos en los campos del conocimiento occidental, en correspondencia8 con la realidad planetaria creada desde el modelo de mundo del dominador (Blaut 1993). A su vez, paradigmas específicos derivados de esa visión de mundo incidieron en la concepción y gestión de la mayoría de los emprendimientos humanos, tanto en sus fines (progreso, desarrollo) como en su sus medios (comunicación, educación). Bajo el argumento del poder—no del poder del argumento—esa visión fue incorporada por los sistemas de comunicación y educación creados en el Nuevo Mundo para reproducir y naturalizar el “progreso/desarrollo” como meta universal.

 

A partir de la segunda mitad del siglo XX, proliferaron movimientos sociales que denuncian las más negativas consecuencias de cinco siglo de “progreso” y seis décadas de “desarrollo”. Sin embargo, la mayoría de estos movimientos es rehén del “desarrollo” como meta; divergen sólo sobre cuál es la mejor teoría, enfoque, modelo o práctica para lograrlo. En la esterilidad de sus debates, abundan los adjetivos— autónomo, endógeno, sostenible, humano, local, integral, territorial—del “desarrollo”. Aún los que proponen el fin del “desarrollo”, lo hacen a partir de la palabra “postdesarrollo”, que instiga pero no inspira la imaginación, porque no anticipa el fin que debe reemplazar el “desarrollo” como meta universal. Sin embargo, la humanidad experimenta un cambio de época histórica desde la década de 1960. La civilización occidental, su sociedad industrial y su paradigma de “innovación para el desarrollo” están en crisis. Caos, crisis y cambios son las marcas registradas de un cambio de época, por las transformaciones veloces, cualitativas, profundas y simultáneas en las relaciones de producción y poder, modos de vida y cultura. Estamos vulnerables, del ciudadano al planeta. El cambio de época significa también que las premisas—verdades—que inspiraron las promesas y soluciones de la época en crisis, constitutivas del “discurso del desarrollo”, son falsas o perdieron vigencia.

 

Las “organizaciones de desarrollo” cuya coherencia institucional fue construida a partir de la coherencia cultural general instituida por la visión y el pensamiento de la época previa, necesitan revisar el contexto cambiante—global, regional, local —para renovar su coherencia interna, ya que ésta puede quedarse obsoleta frente a las realidades y desafíos emergentes. En este contexto cambiante, de rupturas y emergencias paradigmáticas, América Latina, después de alcanzar el podium de la más desigual región del planeta, a partir de los años 1990, ofrece al mundo ejemplos de ruptura con el “desarrollo” como meta. El “vivir bien” en Bolivia y el “buen vivir” en Ecuador son la más radical propuesta de ruptura con el modelo occidental para la construcción del futuro. El fin es ser feliz. Este orden—político-epistemológico-institucional-ético—emergente abre espacio para construir el ‘día después del desarrollo’, como sugiere el Preámbulo de la nueva Constitución del Ecuador:

Nosotras y nosotros, el pueblo soberano del Ecuador, reconociendo nuestras raíces milenarias, forjadas por mujeres y hombres de distintos pueblos, celebrando a la naturaleza, la Pacha Mama, de la cual somos parte y que es vital para nuestra existencia, invocando el nombre de Dios y reconociendo nuestras diversas formas de religiosidad y espiritualidad, apelando a la sabiduría de todas las culturas que nos enriquecen como sociedad, como herederos de…luchas sociales de liberación frente a…las formas de dominación y colonialismo, [comprometidos] con el presente y el futuro, decidimos construir una nueva forma de convivencia ciudadana, en diversidad y armonía con la naturaleza, para alcanzar el buen vivir, el sumak kawsay [...].

 

Sin embargo, el camino hacia el ‘día después del desarrollo’ no existe. Hay que imaginarlo, hay que negociarlo para construirlo. Esta construcción incluye la transformación de los modos de interpretación e intervención de los que cultivan la premisa que es la madre de todas las premisas detrás de la “idea de desarrollo”: el “desarrollo” es la meta universal para todas las sociedades. Otras premisas específicas han sido generadas a partir de ésta, para viabilizar su implementación y reproducción. Por ejemplo, si la “sociedad desarrollada” es el modelo de sociedad perfecta a que todos deben aspirar, en los imaginarios técnico y social influenciados por dicha premisa, todos tienen “derecho al desarrollo”.

 

A cada modelo de sociedad corresponde un modelo de comunicación y un modelo de educación para construirla. La construcción de “sociedades desarrolladas” requiere una “comunicación para el desarrollo” y una “educación para el desarrollo”. Cuando las “sociedades subdesarrolladas” no lograron “ser desarrolladas”, emulando el modelo de las “sociedades desarrolladas”, surgieron otras propuestas sobre cómo “desarrollarse”, inspiradas en el significado de adjetivos propuestos al “desarrollo”, que debería ser participativo, endógeno, autónomo, sostenible, local, territorial. Incluso, una de las propuestas defendía “otro desarrollo”, de la cual emergieron propuestas de “otra comunicación” para “otro desarrollo” (Alfaro 1993). Sin embargo, todos aceptan la premisa de que el “desarrollo” es la meta común a todos. Por ejemplo, cuando el grupo de Países No-Alineados propuso el Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI) en 1973, propuso también un Nuevo Orden Mundial para la Información y las Comunicaciónes (NOIC), para el “desarrollo”. La construcción del `día después del desarrollo’ exige imaginar y negociar fines relevantes para las sociedades, con su participación consciente y protagónica. Estos fines son la fuente relevante de inspiración para negociar la comunicación y la educación críticas para su logro. Si el fin fuera el ‘buen vivir’, ‘vivir bien’, ‘ser feliz’, la comunicación y la educación relevantes serían concebidas para la vida, y no para el “desarrollo”. Si ‘la comunicación y la educación para la vida’ aportan a la construcción de comunidades felices con modos de vida sostenibles, urge que las instituciones, incluyendo las de comunicación y educación, desarrollen procesos de innovación institucional para reorientar filosóficamente sus modos de interpretación e intervención, hacia el ‘día después del desarrollo’ (ver ALAI 2009, 2010).

 

Sin embargo, el desafío para estas instituciones reside en que el 75% de todas las iniciativas de cambio institucional fracasa a lo largo y ancho del planeta. Según un estudio global de la Red Nuevo Paradigma para la innovación institucional en América Latina (De Souza Silva et al. 2006), la principal razón para tan alto índice de fracaso es que dichas iniciativas son concebidas a partir de premisas filosóficas del paradigma clásico de innovación de la ciencia moderna—hoy en crisis, incluyendo las premisas: (i) el mundo es una máquina y (ii) toda “organización de desarrollo” contribuye al logro del “desarrollo” como meta universal. Por un lado, si una organización es percibida como una máquina, las propuestas de cambio son reducidas a la reconfiguración de las “partes” y “piezas” del “engranaje”. Por otro lado, si la meta última es “ser desarrollado”, las comunidad de actores que integran dichas “organizaciones de desarrollo” no necesitan revisar las premisas—verdades—que inspiran sus decisiones y orientan sus acciones, explicando qué es y cómo funciona la realidad, porque, para estas organizaciones, las verdades articuladas en el “discurso del desarrollo” continúan vigentes. En síntesis, todas las iniciativas de cambio que fracasan son concebidas y manejadas bajo la filosofía de innovación de “cambiar las cosas”, sin ‘cambiar las personas’ que cambian las cosas, y bajo la influencia de las premisas filosóficas del paradigma clásico de innovación de la ciencia moderna.

 

El documento incluye (i) un marco interpretativo de la geopolítica del conocimiento que explica la génesis de “la comunicación y la educación para el desarrollo” en América Latina; (ii) una revisión histórica de cómo la visión mecánica de la ciencia moderna descontextualizó la experiencia humana, originando la comunicación y la educación universales—descontextualizadas; (iii) una descolonización de la “idea de progreso/desarrollo” desde 1492, incluyendo las implicaciones de esta “idea” para la comunicación y la educación, durante el colonialismo imperial y en el actual imperialismo sin colonias; (iv) una síntesis del fenómeno del cambio de época en curso, que resulta de la crisis de la civilización occidental, su sociedad industrial, su paradigma clásico de innovación y sus instituciones; (v) un marco prospectivo de referencia para la construcción de los escenarios emergentes para la comunicación y la educación en América Latina, a partir de la influencia de las premisas constitutivas de las visiones de mundo y paradigmas de innovación de la época histórica emergente; (vi) estrategias indicativas para el giro paradigmático de las reglas de la vulnerabilidad a las premisas de la sostenibilidad institucional; y, (vii) una invitación a la desobediencia epistémica desde América Latina, a partir del cultivo de premisas cuyo potencial subversivo las transforma en semillas para sembrar el ‘día después del desarrollo’ en la región.

 

Soñar colectivamente sobre cómo debe ser América Latina el ‘día después del desarrollo’, resulta en criterios para imaginar las sociedades y las comunidades que aspiramos y, sólo después, la comunicación y la educación apropiadas para construirlas. Los “proyecto de desarrollo” y los de “comunicación para el desarrollo” y “educación para el desarrollo” serán reemplazados por los ‘proyectos de vida’, de ‘comunicación para la vida’ y de ‘educación para la vida’. El “desarrollo como meta universal” es reemplazado por el ‘buen vivir’, el ‘vivir bién’, el ‘ser feliz’ como fin.

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Propuestas y resumenes

SUMARIO

  • INTRODUCCIÓN
  • El “desarrollo” como meta universal. ¿Hasta cuándo? ¿A qué costo?
  • EL DERECHO DEL MAS FUERTE Y EL “DESARROLLO” COMO META UNIVERSAL
    • La geopolítica del conocimiento y la comunicación y la educación para el “desarrollo”
    • La colonialidad del poder, del saber y del ser
    • Discursos y contradiscursos, dominación y resistencia
    • EL orden institucional global y el conocimiento autorizado por el más fuerte
  • LA DESCONTEXTUALIZACIÓN DE LA EXPERIENCIA HUMANA
    • El capitalismo, la Revolución Científica y la visión mecánica de mundo
    • El capitalismo emergente y la Revolución Científica
    • Algunas ideas esenciales de la Revolución Científica, Galileo Galilei, Francis Bacon, Rene Descartes, Isaac Newton,
    • Algunas ideas derivadas de la Revolución Científica, John Locke, Auguste Comte, Frederick Winslow Taylor
    • El paradigma clásico de la ciencia moderna
    • Paradigma: el concepto y sus dimensiones constitutivas
    • El “paradigma clásico” de innovación: su perfil
  • LA ETNOGRAFIA INSTITUCIONAL DE LA “DICOTOMIA SUPERIOR-INFERIOR”
    • La geopolítica del conocimiento y la “idea de progreso/desarrollo” desde 1492
    • La etnografía institucional de la dicotomía “civilizado-primitivo” durante el colonialismo imperial
    • Técnicas coloniales de dominación en la época histórica del industrialismo
    • Implicaciones para la comunicación y la educación coloniales
    • La etnografía institucional de la dicotomía “desarrollado-subdesarrollado” durante el imperialismo sin colonias
    • Técnicas neocoloniales de dominación en la época histórica emergente
    • Implicaciones para la comunicación y la educación neocoloniales
  • EL CAMBIO DE ÉPOCA Y LA VULNERABILIDAD-SOSTENIBILIDAD INSTITUCIONAL
    • Rupturas y emergencias paradigmáticas en el contexto cambiante
    • Génesis del actual cambio de época
    • Revolución tecnológica: otro sistema de técnicas para transformar la realidad
    • Revolución económica: otro régimen de acumulación y otra institucionalidad para su gestión
    • Revolución cultural: la relevancia de lo humano, lo social, lo cultural, lo ecológico y lo ético
    • Transformaciones globales en el contexto cambiante
    • Las relaciones de producción en transformación
    • Las relaciones de poder en transformación
    • Los modos de vida en transformación
    • La cultura en transformación
    • Transformaciones en las relaciones ciencia-tecnología-sociedad-innovación
    • Tecnociencia: la crisis del binomio ciencia & tecnología
    • La presión de la interacción: la crisis de la investigación no-participativa
    • La presión ética: la crisis de la neutralidad de la ciencia
    • La diversidad cognitiva: la crisis del monopolio del conocimiento científico
    • El cambio como regla: la crisis de la ciencia de/para la certeza
    • Poder asimétrico: la crisis de la ciencia benéfica para todos
    • La sociedad del riesgo: la crisis de la ciencia para el avance de la ciencia
    • Razón social: la crisis de la relación—natural—causa-efecto
    • El ascenso de la vida y del contexto: la crisis del monopolio de la ciencia positivista
    • De lo universal, mecánico y neutral a lo contextual, interactivo y ético
  • ¿QUO VADIS, RADIO POPULAR?
    • Escenarios indicativos para la comunicación y la educación en América Latina
    • Escenario-1: La radio popular en el mundo-red
    • Escenario-2: La radio popular en el mundo-arena
    • Escenario-3: La radio popular en el mundo-ágora
  • LA CONSTRUCCION DE SOSTENIBILIDAD INSTITUCIONAL EN AMERICA LATINA
    • De las reglas de la vulnerabilidad a las premisas de la sostenibilidad
    • El poder de la emoción
    • El poder de la pregunta
    • El poder de una premisa
    • Datos, información, conocimiento y sabiduría
    • Los conceptos de coherencia institucional y correspondencia contextual
    • Estrategias para construir sostenibilidad institucional en el cambio de época
    • La organización social de la innovación institucional en el cambio de época
  • DESOBEDIENCIA EPISTÉMICA DESDE AMÉRICA LATINA, Premisas para construir el ‘día después del desarrollo
  • CONCLUSION, América Latina, ¡Bienvenida al ‘día después del desarrollo’!
  • BIBLIOGRAFÍA
  • ANEXOS

 

 

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