Propuestas
Federated States and Regional Governments Committed to a New Paradigm for Sustainable Development and Poverty Eradication Estados federados y gobiernos regionales comprometidos con un nuevo paradigma para el desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza
Detalles de la propuesta
Contexto

También disponible en English, Français

 

Los Estados Federados y los Gobiernos Regionales representados en Río de Janeiro, el 19 de junio de 2012, con ocasión de la Cumbre Mundial de Estados Federados y Regiones convocada por el Gobierno del Estado de Río de Janeiro, The Climate Group, la Red de Gobiernos Regionales por el Desarrollo Sostenible nrg4SD (por sus siglas en inglés) y Regiones Unidas/FOGAR en la víspera de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible de 2012 Río +20:

 

 

 

Propuestas y resumenes
Acerca del progreso del multilateralismo hasta la fecha, los desafíos y las oportunidades

 

1. Reconocemos la importancia de la Comisión Brundtland de 1987, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de 1992 en Río de Janeiro y la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas de 1992 en Johannesburgo como hitos fundamentales en la transición hacia un desarrollo sostenible; así como el significado de documentos, tales como la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Informe Nuestro Futuro Común, la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, la Agenda 21, la Carta de la Tierra, las Convenciones de Río sobre Cambio Climático, Diversidad Biológica y Desertificación, los Objetivos de Desarrollo del Milenio y el Plan de Implementación de Johannesburgo.

 

2. Reconocemos que desde el año 1992, la comunidad internacional ha logrado ciertos éxitos importantes. No obstante, los objetivos que establecimos en común hace 20 años todavía tienen que lograrse en su totalidad. El modelo de desarrollo económico actual no es sostenible en el largo plazo, ni en términos del objetivo de erradicación de la pobreza, ni en lo que se refiere al respeto a la capacidad de carga de nuestro Planeta. Aunque el desarrollo sostenible es una idea ampliamente utilizada y defendida, esta noción todavía no ha sido integrada en forma eficaz en todas las políticas públicas.

 

3. Resaltamos que desde la Cumbre de Río en 1992, los gobiernos subnacionales – tales como los Estados Federados, las Regiones, las Provincias o los Condados - en todo el mundo han participado en procesos de desarrollo sostenible, y han demostrado que sus aportaciones, así como sus liderazgo, son esenciales para contribuir a la consecución de los objetivos últimos de desarrollo sostenible en el terreno. Las iniciativas regionales de la Agenda 21, las políticas y la legislación de desarrollo sostenible subnacionales, las asociaciones públicas-privadas y los proyectos de cooperación descentralizados llevados a cabo por los gobiernos subnacionales se han visto fortalecidos de manera significativa durante los últimos años. Esto constituye una prueba más de que el logro de metas acordadas a escala internacional exige acciones complementarias por parte de actores gubernamentales, como los Estados Federados, las Regiones, las Ciudades y otras Autoridades Locales.

 

4. Reconocemos la importancia clave que tienen las redes internacionales de gobiernos subnacionales, que poseen considerable experiencia en la creación de asociaciones orientadas a la acción concreta y que por lo tanto pueden contribuir a la implementación de acuerdos multilaterales globales. Desarrollan, además, un papel importante en el respaldo a los gobiernos subnacionales en su liderazgo, en la promoción de iniciativas de desarrollo sostenible y en el intercambio de conocimientos.

 

5. Acordamos que el costo de la inacción relacionado con el cambio hacia un nuevo paradigma de desarrollo, y los riesgos asociados a esta inacción son altos y propensos a generar daños irreversibles:

  • Con 3 billones de personas viviendo por debajo de la línea de pobreza, la erradicación de la pobreza ha de continuar siendo el objetivo principal;
  • En perspectiva de un crecimiento poblacional de 2 billones en el horizonte de 2050, se deben abordar las tendencias actuales de utilización ineficiente y no sostenible de los recursos naturales en manos de unos pocos, así como los patrones globales de consumo y producción no sostenibles;
  • El impacto negativo en la biodiversidad y los ecosistemas de nuestros modelos de desarrollo actual deben invertirse; y
  • La realidad ineludible del desafío climático exige acciones de mitigación y adaptación integrales, basadas en estrategias sostenibles de desarrollo bajo en carbono para todos los territorios.

 

Acerca de la urgencia de aprovechar este ímpetu para el cambio

 

6. Llamamos la atención de forma urgente sobre al hecho de que, en el contexto actual de desafíos interconectados a los que se enfrenta la humanidad, el statuo quo ya no es una opción. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible de 2012 Río+20 proporciona un momento de suficiente ímpetu y esperanza para todos los ciudadanos de todo el mundo, para convertirla en la ventana de oportunidad más importante para un cambio de paradigma. El tiempo de que disponemos para brindarle a Nuestro Planeta y sus Pueblos un conjunto integral de políticas y objetivos de desarrollo sostenible e instituciones de gobierno es más limitado que nunca.

 

7. Apremiamos a los Estados Miembros de las Naciones Unidas a utilizar este momento de convergencia entre líderes mundiales, instancias encargadas de la elaboración de políticas a todos los niveles gubernamentales, representantes de la sociedad civil, el sector privado y el mundo académico que constituye la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible de 2012 Río +20 para integrar, de forma permanente, las dimensiones sociales, medioambientales y económicas del desarrollo sostenible; así como para llegar a un acuerdo sobre un marco institucional adaptado a las necesidades del siglo XXI. Esta integración debe lograrse con un sólido enfoque complementario en aspectos educativos y culturales, temas de género, protección de los bienes comunes y las generaciones futuras, y respeto por la biodiversidad global, y los estilos de vida y conocimientos tradicionales.

 

8. Hacemos un llamamiento a los Estados Miembros de las Naciones Unidas para que lleguen a un consenso de cara al establecimiento de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) complementarios con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODMs) y coherentes con el proceso de revisión de éstos, y que, entre otros varios desafíos emergentes, aborden el tema de los territorios sostenibles con un enfoque de ciudad-región.

 

9. Tenemos el convencimiento de que la economía verde permite la transición hacia la prosperidad, la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible. A tal fin, ha de adoptarse un conjunto ambicioso de objetivos, principios y métricas estándares comunes, con un claro entendimiento de que no existe un modelo de desarrollo único para todos.

 

10. Creemos que el concepto de economía verde no sustituye la definición de desarrollo sostenible, sino que es una herramienta para lograr dicho desarrollo; cuyas piezas centrales son la erradicación de la pobreza, la inclusión social, la equidad, la igualdad de género, el bienestar, el uso eficiente y la preservación de los recursos naturales, la protección de los bienes comunes y la biodiversidad, y el desarrollo de estrategias sostenibles bajas en carbono.

 

11. Consideramos que la economía verde no es un modelo de desarrollo estático, sino un proceso de mejora y adaptación continua a las necesidades y los activos económicos, sociales y medioambientales de una comunidad. Este proceso, orientado a la liberación del potencial total de sostenibilidad de un territorio dado, se medirá de forma escalonada mediante indicadores relevantes que trasciendan medidas tradicionales, como el PBI, para así abarcar datos sobre activos no comerciales, el bienestar y el desarrollo humano.

 

 

Actores
Regiones