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El desarrollo sustentable se puso de moda como resultado de la Cumbre de la Tierra, celebrada en 1992 en Rio de Janeiro. El término se toma en un sentido amplio para referirse a objetivos ambientales, económicos y sociales que deben ser tenidos en cuenta de manera conjunta y, en lo posible, “mezclarse” cuando se adoptan políticas a escala internacional y nacional.

El concepto está teniendo ahora un renacimiento ante la próxima cumbre de las Naciones Unidas, que tendrá lugar nuevamente en Rio de Janeiro en 2012, en el vigésimo aniversario de la primera.

El logro de la cumbre de Río de 1992 fue poner esos tres elementos juntos a la hora de elaborar las políticas.

Los tres pilares deben estar equilibrados.

Lamentablemente, esto no sirvió para impedir que el mundo se hundiera en una crisis ambiental y en la crisis económica más grave desde la Segunda Guerra Mundial.

¿Qué anduvo mal? ¿Qué puede hacerse? ¿Qué instituciones son necesarias para hacer realidad los objetivos de desarrollo sustentable?

Para responder a esas preguntas, la ciudad indonesia de Solo fue sede la semana pasada de un diálogo de alto nivel organizado por las Naciones Unidas para debatir sobre el marco institucional del desarrollo sustentable.

Hubo consenso en que ha habido un gran problema de implementación. Los objetivos del desarrollo sustentable no se han implementado ni a escala mundial ni nacionales.

Una de las razones principales es la ausencia de instituciones. La Comisión de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sustentable, el principal organismo encargado de hacer el seguimiento de la Cumbre de Río de 1992, tiene una Secretaría demasiado pequeña y se reúne sólo durante tres semanas al año.

Los tres pilares del desarrollo sustentable –lo ambiental, lo económico y lo social– son muy débiles en las Naciones Unidas. Los gobiernos no tienen foros adecuados para discutir la crisis financiera y la recesión económica, o un comité ambiental con autoridad para actuar.

Esta debilidad también se refleja a escala de los países. Después de la Cumbre de Río de 1992 se crearon los consejos nacionales de desarrollo sustentable, pero muchos no han funcionado bien.

En Solo, participé como expositor en el debate sobre cómo reformar las instituciones encargadas de abordar el desarrollo sustentable.

Nitin Desai, ex secretario general adjunto de las Naciones Unidas para Asuntos Económicos y Sociales, dijo que ya no alcanzaba con tratar el “desarrollo sustentable” como un concepto que sirva para establecer “un puente” entre la economía y el ambiente, sino que debe formularse un concepto y una estructura “paraguas” que integre los tres pilares.

Se estudiaron muchas opciones de reforma.

La primera consiste en lograr cambios mínimos simplemente reclamando un fortalecimiento de las instituciones existentes. La mayoría consideró esto insuficiente para enfrentar los problemas del mundo.

La segunda es convertir el Programa de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente (PNUMA) en una organización más poderosa. Pero Estados Unidos dejó en claro que no puede adherir a una nueva organización internacional y muchos países en desarrollo consideran que una agencia ambiental es menos que un órgano dedicado al desarrollo sustentable y sus tres pilares.

La tercera opción, que muchos ponentes apoyamos, consiste en crear un nuevo Consejo de Desarrollo Sustentable con una estructura general global, en la que participen jefes de gobierno y ministros, que integre los tres pilares y también aborde el financiamiento y la transferencia de tecnología. Cada uno de los tres pilares tendría su propio comité, que ayudaría a coordinar el trabajo de diversos organismos de las Naciones Unidas.

Una cuarta opción sería mantener la misma estructura y actividades, pero dentro del actual Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, en lugar de crear uno nuevo.

En Solo, el ministro de Ambiente de Indonesia, Gusti Muhammad Hatta, presentó su opinión sobre las conclusiones de la reunión y se refirió a la necesidad de que exista un compromiso político con los objetivos y la aplicación del desarrollo sustentable, en la que cada pilar estaría integrado a los otros dos. También mencionó la necesidad de mejorar las instituciones de desarrollo sustentable tanto a escala mundial como nacional, y consideró esencial que existan fondos nuevos y transferencia de tecnología.

El director del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, Sha Zukang, quien está a cargo de Río+20, se refirió a la propuesta de crear un consejo de desarrollo sustentable e indicó que “Los temas importantes que han surgido (en Solo) son la necesidad de integración, implementación, coordinación y coherencia”.

Estos cuatro elementos son algunos de los más importantes que es necesario estudiar si queremos avanzar algo en materia de desarrollo sustentable para no tener que lamentar el continuo deterioro de las condiciones del planeta en los próximos diez años.